viernes, 20 de abril de 2007

Bodas de Sangre (1932) Federico García Lorca


Antes de empezar quiero dejar claro que no he querido ahondar en el autor (por muy interesante que sea), ni en el argumento y me he limitado a reflexionar sobre las razones profundas que creo que hacen interesante a la obra. He intentado comprender a los personajes desde el punto de vista del actor, desde el punto de vista de un militante de la vida.

Quizá Bodas de Sangre es lo que es dentro del teatro español porque es una obra terroríficamente humana. Quiero decir con esto que son las pasiones las que motivan toda la acción, por encima de las leyes y lo que es razonable.
Lorca escribe sobre la fatalidad humana, la lucha entre la autoridad, el deber y el profundo arraigo tradicional contra la llamada de la sangre, del alma y del sexo.
Bodas de sangre es la gran tragedia lorquiana, la gran tragedia del pueblo español de principios de siglo, la fatalidad poética del ser enamorado.

El amor juega de nuevo como elemento fatal, como engranaje terrible de la vida, y en torno a éste se produce una gran liturgia trágica que hunde a los personajes en un pozo de muerte. Y esta liturgia trágica se desprende de la real liturgia cristiana, una doble imagen que ahonda aún más en el absurdo tradicionalismo rural donde se desarrolla la acción, la relatividad de lo trágico.
Leonardo y la Novia huyen en la noche de bodas de ésta, un amor que han mantenido oculto, pero al que no han podido detener. El Novio sale en busca de ambos con la luna bien clara y la muerte espera excitada en la hoja de su navaja, símbolos todos de la fatalidad lorquiana. El resultado será la muerte física de Leonardo y del novio, y la muerte en vida para la Novia, la Madre del novio y la mujer de Leonardo, estando las entrañas de la mujer más cercanas a la tierra que nunca.

La pasión se personifica en la novia como receptor y transmisor. La novia es dominada por su propias pasiones carnales que la conducen a los brazos de Leonardo, aunque antes hubiese cedido a las razones intelectuales y se hubiese casado con el novio, actuando así como transmisor pasional. Mientras que actúa también como receptor pasional de los personajes masculinos, puras criaturas de la tierra que se mueven por instintos desde el sexo. Cómo una tragedia griega la novia se viste de heroína, de Antígona, de Edipo,… sucumbiendo al mito del destino, al mito fatal. Se convierte en una heroína encerrada en una tierra seca y estéril, reflejo de ella misma (leer Yerma del mismo autor para entender más sobre esta imagen lorquiana).

Intento comprender a Leonardo, qué razones le llevan a armarse de valor y dar el paso de raptar a la novia en su misma noche de bodas. Quizá amor absoluto, un tremendo dolor al ver a la mujer que siempre ha amado en brazos de otro. Hasta ese momento había estado ajeno a ese sentimiento, y cuando de verdad lo siente perdido se da cuenta de lo que le importa y decide dejar todo por ella. Una herida en el orgullo quizá, pero una herida muy humana al fin y al cabo.

El novio actúa por puro instinto, podríamos compararlo con un animal herido. La vergüenza de enfrentarse a un pueblo como el abandonado, el amor real que él siente por la novia, y el dolor que le provoca en el pecho la traición sufrida. Estos elementos son los que lo ciegan y lo llevan a buscar la muerte, a buscar venganza, a buscar su trágico destino en medio de la luna vestida de oráculo.

Esta es una de las muchas interpretaciones que se le pueden sacar a los personajes y a la historia presentada por García Lorca. Si la obra os ha gustado os invito a que veáis la versión cinematográfica de Carlos Saura y Antonio Gadés donde se cuenta la historia con una exquisita belleza visual a través de la danza. También existe un documental sobre la verdadera historia que inspiró a Lorca para escribir esta obra “El crimen de la novia” dirigido por Lola Guerrero.
“Leñador (córo griego): El novio los encontrará con o sin luna. Yo lo vi salir. Como una estrella furiosa. La cara color ceniza. Expresaba el sino de su casta.”

La pasión sobre la razón, la gran lucha de la humanidad…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La tragedia de la tierra

Anónimo dijo...

Toñete, eres un artista. Te animo una vez más a que sigas con tus mundos personales hermanito, ya sabes que siempre te apoyaré entre bambalinas

Unknown dijo...

´Sólo por curiosidad,¿Porqué estableces relación entre la liturgia dramática de la obra y laliturgia cristiana?