lunes, 7 de mayo de 2007

Próximo post: Otelo, el moro de Venecia...

Otelo,el moro de Venecia del gran maestro William Shakespeare.
La traición, el amor y la locura que de ellos se desprende.
Afilad vuestro ingenio...

miércoles, 2 de mayo de 2007

Las Criadas (1947): Jean Genet...


Solange es Clara, o Clara es Solange, o ambas son la Señora. Las identidades se confunden unas con otras, al igual que la sensación de realidad frente a un absurdo. Los diálogos mordaces traen consigo una brutal carga ideológica, temas que pasean por la obra encubiertos en palabras irreales y situaciones que nunca llegan a ser.

Las relaciones se convierten en juegos extremos, ambas hermanas se aman y odian, y a su vez aman y odian a la Señora. Se establece un vínculo terrible de necesidad entre el amo y el esclavo, entre la criada y la señora, un vínculo que enmarca al hombre dentro de la injusticia que se plantea con la existencia de las clases sociales.

La señora:… ¡La humildad de vuestra condición os ahorra muchas desgracias! (Pág.60)

Ningún personaje es lo que dice ser, todos los personajes se disfrazan, las criadas de señora, y la señora de la señora que le gustaría ser. Todos mienten y simulan. El mundo que no se dice, que está por debajo de las rutinas y de las palabras sin sustancia del cada día, es aquel el mundo terrible que Genet presenta a través de sus personajes, aquel mundo construido con silencios, con miradas y con entrañas. La rebeldía de aquellos que están subyugados, que buscan su libertad, que buscan recuperar la dignidad perdida. Las hermanas crean juntas un mismo personaje, un personaje que sufre en el alma pero que actúa como todo ser humano con varias caras, con varios reflejos ante el espejo, con miedos e incertidumbres que las convierten en más humanas. El ambiente donde se desarrolla la historia es un ambiente íntimo y oscuro, un espacio simbólico que se come a los personajes, una alegoría a esa subordinación que sufren las criadas, encontrando una única salida en la muerte, sea de quien sea, pues los conceptos de identidad y de muerte han evolucionado a un nivel totalmente borroso.

Es un terrible juego de espejos y el reflejo que se representa no es siempre el que querríamos ver, la ceremonia real de lo macabro…